El régimen islámico de Irán perpetró un brutal ataque con misiles contra la ciudad israelí de Beersheva, impactando directamente en el hospital Soroka, el más importante del sur del país. El bombardeo dejó al menos 25 heridos, uno de ellos en estado grave, y provocó daños estructurales severos en quirófanos, salas de urgencia y áreas críticas.
El hospital, que debió suspender nuevas admisiones salvo emergencias, fue alcanzado en medio de un masivo ataque con al menos 25 misiles balísticos lanzados por la dictadura de Teherán como represalia por una ofensiva israelí sobre una instalación nuclear en Khondab, en el centro de Irán.
Las Fuerzas de Defensa de Israel publicaron videos desde el interior del hospital que muestran techos colapsados, humo denso y escenas de pánico. El primer ministro Benjamín Netanyahu calificó el ataque como una atrocidad y prometió una respuesta firme: “Exigiremos el precio total a los tiranos de Teherán”, afirmó. Por su parte, el ministro de Defensa, Israel Katz, declaró que se trata de un crimen de guerra y responsabilizó directamente al ayatolá Ali Khamenei.
Además del hospital, otros puntos de Israel fueron blanco de la ofensiva iraní. En total, el ataque dejó al menos 65 heridos y 24 muertos. También fue alcanzado el edificio de la Bolsa de Valores de Israel en Ramat Gan, que sufrió graves daños y fue evacuado. Más de 50 personas resultaron heridas en ese sitio. El índice TA-35 cayó un 3,7%, el shekel se depreció y se suspendieron temporalmente las operaciones.
Este nuevo capítulo del conflicto genera preocupación internacional. El precio del petróleo Brent superó los 94 dólares por barril, el gas natural en Europa subió un 8% y se agudizó la volatilidad en los mercados globales. Mientras tanto, el presidente Donald Trump aún no confirmó si Estados Unidos intervendrá en la guerra, aunque Israel solicitó asistencia militar urgente para continuar atacando infraestructuras nucleares iraníes.
Israel continúa sus operaciones contra el aparato militar y nuclear de Irán, incluyendo ataques recientes a sitios clave en Isfahán, Natanz y Teherán. La tensión en Medio Oriente escala peligrosamente, y crecen las advertencias sobre una posible guerra regional de mayor escala.